Del anciano Polonio a su hijo Laertes
Hojeando mi cuadernito de notas… << (…) procura imprimir en la memoria estos pocos preceptos. No publiques con facilidad lo que pienses, ni ejecutes cosa no bien premeditada primero. Debes ser afable, pero no vulgar en el trato. Une a tu alma, con vínculos de acero, los amigos que adoptaste después de examinada su conducta, pero no acaricies con mano pródiga a los que acaban de salir del cascarón y aún están sin plumas. Huye siempre de mezclarte en disputas, pero una vez metido en ellas, obra de manera que tu contrario huya de ti. Presta el oído a todos, y a pocos la voz. Oye las censuras de los demás, pero reserva tu propia opinión. Sea tu vestido tan costoso cuanto tus facultades lo permitan, pero no afectado en su hechura; rico, no extravagante; porque el traje dice por lo común quién es el sujeto (…). Procura no dar ni pedir prestado a nadie; porque el que presta suele perder a un tiempo el dinero y el amigo, y el que se acostumbra a pedir prestado falta